¿Cómo habré podido llegar hasta Ronda si soy pésima negociando?¿Cómo me habrán dado un crédito en el banco si a la menor duda doy mi brazo a torcer? Todo esto es lo que he estado pensando cuando un italiano cabezón no cedía lo más mínimo a rebajarme el precio de su piso en Gotham City.
“A ver, soy periodista, no gano ná, sólo quiero tu piso porque estoy buscando a Batman”
“Van fan culo!, 2 milloe di euro y ni uno meno”*
“¿Es tu última palabra?”
“Por la mia mamma que si”
“Pues no hay trato”
“Bueno, yo puedo hacerte una rebaja, 1.950.000”
“Come on!”
*Cualquier parecido con la realidad del idioma italiano es pura coincidencia, Marco puede corroborarlo.
Así que hemos seguido así un buen rato hasta que he conseguido rebajrlo hasta 1.800.000, vamos, que no em daba ni para pipas, porque se suponía que yo era un inversora que quería reformarlo y revenderlo y mi margen de compra estaba entre 1.100.000 y 1.200.000….
Ha sido una clase genial sobre negociación. Muy divertida y muy activa, no hemos parado de hacer ejemplos en clase y me ha hecho pensar que ¡no me gustan los italianos!**
**Marco no te enfades, sabes que a ti sí, pero eso es porque no pareces italiano, jajajajaja
hombre, conmigo no tardaste mucho en negociar...
ResponderEliminarunas pequeñas correcciones: es vaffanculo (o vai a fare in culo, por la precisión...)
ResponderEliminarlos italianos tampoco son tan buenos negociadores. Siempre hay algo que les puede interesar más que el dinero. Solamente hay que saber qué es ese algo...