El enemigo común hace la unión

Ya no puedo más, llevo mucho tiempo deseando contar lo que a continuación vais a leer y siempre me decía a mí misma "No, Nuria, no seas mala", pero es que no lo puedo evitar!!!!!!!!!

¿Nunca os ha pasado que cuando conoces a un grupo de gente hasta que no se encuentra algún punto en común no llega la confianza?
Me explico mejor, que esto de ser bilingüe la deja a una cansada y un poquito lenta a la hora de escribir.

Llevamos ya más de un mes por aquí y cada día me siento mucho mejor y más integrada (¿a qué te recuerda eso, eh, Beli?). Se nota que todos vamos cogiendo más confianza con los compañeros, aparecen las primeras parejitas (o por lo menos los primeros marujeos), yo incluso hablo con cualquiera, en inglés o búlgaro.

El otro día analizando la evolución de la clase nos dimos cuenta que gran parte de esta evolución es graias a que tenemos un enemigo común en clase: la enana cabrona. No me importa decirlo así de claro porque no habla español y no se va a enterar nunca (y la verdad que si se entera me da igual). No podemos con ella, es una pesada y una acoplada y encima no para da hablar en clase!!!!

Es la típica, vamos, la que se va acercando a todo el mundo y todos huimos de ella.

Pero lo peor de todo y ahora es cuando todos, mis queridos amigos, os vais a reir de mí, lo peor de todo, es que vive en mi casa.
Que mala suerte, leñe, ya le podría haber tocado a los de la Calle Jerez, que son muy felices y comen todos los días perdices, pero no, nos ha tocado a los de la countryhouse y no veas cómo respiran aliviados los demás....

Come con la boca abierta, no ayuda nada en la casa, es una enana, una guarra que va de limpia, una pelota con todos los profesores (no sabéis lo buitre que puede llegar a ser), una egoista que se pasa todo el día currando mientras los demás vamos que hacer la compra.

Y no sigo porque tengo que entregar mañana un trabajo y tengo que terminarlo.

Qué a gusto me he quedao!